Seguro que mas de una vez te lo has preguntado, ¿que sillín elijo?. Son tantos los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegirlo, que se hace difícil hacer una elección a priori.

La clave a la hora de elegir un sillín es que sus medidas y forma se adapten a nuestra anatomía.
La anchura del sillín vendrá marcada por la distancia entre tus "Isquiones" o "Tuberosidad Isquiática".

Una forma casera de saber tu medida entre Isquiones es con un folio. Lo pones sobre una superficie blanda, como una silla acolchada de escritorio por ejemplo y te sientas encima con las piernas un poco elevadas formando un angulo de 70º con el cuerpo. Al levantarte veras que se quedan marcados los Isquiones, dos círculos sobre el papel. Mides la distancia entre los dos centros y tendrás la distancia entre Isquiones.
Pues bien, la anchura de sillín mas generalizadas son 130 mm, 143 mm y 155 mm. Esta es la medida que da el sillín en su punto más ancho, y no se corresponde con la medida entre Isquiones. La regla mas universal es usar sillines de 130 mm para distancias entre Isquiones entre 70 y 100 mm; sillines de 143 mm para distancias entre Isquiones entre 100 y 130 mm; y para distancias entre Isquiones de 130 y 160 mm usar sillines de 155 mm.
Pero a toda buena regla tiene sus excepciones, ya que tu postura sobre la bici, influye en como se comportan los puntos de apoyo. Así que si eres de los que llevas una posición muy erguida, deberás utilizar una talla de sillín mayor que si llevas una posición muy aerodinámica.
La longitud de un sillín, al contrario que la anchura, no es una medida a tener en cuenta a la hora de elegirlo. Sin embargo, dependiendo de la modalidad de ciclismo que practiques (carretera, montaña, triatlón,...) querrás tener mayor o menor movilidad hacia delante o hacia detrás para corregir posición o acomodarte.
Hay dos tipos de formas que debemos tener en cuenta en la elección de un sillín de bici: sillín en forma de "T" y sillín en forma de "Pera".
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Sillín en forma de "Pera". Sillín en forma de "T". |
La diferencia entre los dos tipos de sillín radica en la forma estrecha en al punta del sillín. El sillín en forma de "Pera" tiene una transición más escalonada, lo que permite una facilidad de movimiento, mientras que el sillín en forma de "T", provoca una fijación trasera.
Otra característica a tener en cuenta es si sillín antiprotático o normal. Se puede realizar una sencilla prueba para saber si necesitas un sillín antiprostático. Siéntate en una silla de superficie lisa y firme sin acolchado. Apoya los codos sobre las rodillas sin doblar la espalda durante cinco minutos. Si pasado este tiempo tienes molestias en la entrepierna, eres un candidato a utilizar un sillín antiprostático, aunque si no tienes molestias no significa que no puedas utilizar uno. Pero cuidado porque podrías provocarte rozaduras o molestias.
Los sillines están construidos con diferentes materiales, mas avanzados, mas resistentes y con mayor o menor peso. Esto último se traduce a menor peso, mayor precio.
Como ves hay que analizar una serie de características, pero siempre hay un sillín que se adapta a tus necesidades.
Fuente: Bicilink, Urgozo.
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